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Experimentar un dolor punzante al caminar puede transformar los pasos más sencillos en una molestia constante. A continuación, explicaremos qué es el espolón calcáneo, cuáles son sus causas, cómo identificarlo oportunamente y, lo más importante, qué tratamientos médicos y terapias pueden ayudarte a recuperar la comodidad y movilidad.
El espolón calcáneo es una formación ósea anormal que surge como respuesta del cuerpo al estrés continuo en el talón. Imagínalo como un intento del organismo por ‘protegerse’: cuando la fascia plantar —ese ligamento esencial que une el talón con los dedos— sufre microdesgarros e inflamación repetidos, el cuerpo deposita calcio en la zona como si estuviera ‘reforzando’ el área afectada. Con el tiempo, estos depósitos se solidifican, dando lugar a una pequeña pero molesta protuberancia.
¿Qué dimensiones tienen los espolones?Aunque suelen ser diminutos (entre 1 y 2 mm, como un grano de arroz), en algunos casos pueden alcanzar hasta los 5 mm; es como tener incrustada una pequeña tachuela o clavo, que genera dolor con cada paso.
¿Dónde aparecen?Comúnmente aparecen en la planta del talón, justo donde la fascia plantar se inserta, pero también pueden surgir en la parte posterior, cerca del tendón de Aquiles, especialmente en personas que fuerzan ese punto al caminar o practicar deportes.
Cuando el talón y la fascia plantar sufren estrés repetido, el cuerpo deposita calcio para ‘protegerlos’, formando un espolón que con el tiempo puede causar dolor.
Dato clínico: según la American Podiatric Medical Association, hasta un 15 % de los adultos desarrollará un espolón calcáneo a lo largo de su vida.
Cómo afecta el movimiento diario a nuestros pies
Al caminar, correr o estar de pie durante mucho tiempo, el talón soporta una fuerza varias veces mayor que nuestro propio peso. Si a esto le sumamos el uso de calzado inadecuado, el sobrepeso o problemas biomecánicos, la fascia plantar sufre pequeñas lesiones una y otra vez. Con el tiempo, el cuerpo reacciona acumulando calcio, que finalmente puede cristalizarse y formar un espolón.
Síntomas que no debemos ignorar
Aunque algunos espolones son asintomáticos y se descubren por radiografía de manera incidental, la mayoría provocan síntomas molestos. Reconocerlos a tiempo permite buscar ayuda temprana y evitar complicaciones.
Síntoma
Descripción
Intensidad típica
Dolor punzante al dar los primeros pasos de la mañana
Suele disminuir tras unos minutos de actividad, pero reaparece tras reposar
Moderada–Alta
Sensación de “clavo” en el talón
Localizado y agudo al presionar la zona
Variable
Inflamación leve
Acompañada de enrojecimiento o calor
Baja–Moderada
Rigidez en la planta del pie
Dificulta flexionar los dedos o ponerse en puntas
Moderada
Advertencia: si notas hormigueo, entumecimiento o cambio de color en los dedos, busca atención médica inmediata. Podría indicar compromiso neurológico o vascular.
Factores de riesgo y causas comunes
Estudios poblacionales y clínicos han identificado que ciertos hábitos, condiciones anatómicas y actividades cotidianas incrementan significativamente la probabilidad de desarrollar el espolón calcáneo. Entre los principales factores se encuentran:
Sobrepeso u obesidad
El exceso de peso aumenta la carga mecánica sobre la fascia plantar, favoreciendo microtraumas repetitivos que pueden derivar en calcificaciones.
Alteraciones en la estructura del pie
Pie plano (arco bajo): Reduce la capacidad de absorción de impactos, sobrecargando la fascia.
Arco muy pronunciado (pie cavo): Distribuye la presión de manera desigual, concentrando tensión en el talón.
Calzado inadecuado
Sandalias planas, zapatos sin soporte arqueado o suelas gastadas no amortiguan correctamente, aumentando el estrés en el talón.
El uso prolongado de tacones altos también puede contribuir al problema.
Deportes de alto impacto
Correr en superficies duras (como asfalto) o actividades con saltos frecuentes (baloncesto, voleibol) generan micro-lesiones repetidas en la fascia.
La falta de estiramientos previos o recuperación insuficiente agrava el riesgo.
Actividades laborales prolongadas de pie
Profesiones como enfermería, docencia, servicio (cocineros,meseros) o trabajos industriales exigen largas horas de pie, lo que somete al talón a presión constante.
Otros factores asociados
Edad: La pérdida natural de grasa plantar en adultos mayores reduce la protección del talón.
Enfermedades sistémicas: Artritis, diabetes o trastornos metabólicos pueden favorecer la formación de espolones.
Nota: La combinación de varios factores (obesidad, calzado inadecuado, trabajar de pie) multiplica el riesgo. La prevención incluye control de peso, ejercicios de estiramiento y selección de calzado ergonómico.
“La prevención inicia con un análisis biomecánico adecuado y la corrección temprana de la sobrecarga plantar”. — Dr. Juan P. García, especialista en ortopedia y traumatología.
Diagnóstico: cómo los especialistas confirman tu espolón
1. Historia Clínica
El médico inicia con una serie de preguntas clave para identificar patrones característicos del espolón calcáneo:
Dolor matutino: Molestia intensa al dar los primeros pasos al levantarse, que suele mejorar tras caminar unos minutos.
Dolor al reposo: Empeora después de periodos prolongados de inactividad (ej.: estar sentado o parado por mucho tiempo).
Factores de riesgo: Preguntará sobre obesidad, tipo de calzado habitual, actividad física (especialmente corredores) y antecedentes de fascitis plantar.
2. Exploración Física
El especialista realiza una palpación meticulosa del talón para localizar el punto exacto del dolor:
Zona sensible: El dolor se reproduce al presionar el polo inferomedial del calcáneo (parte interna y baja del talón).
Pruebas funcionales: Evalúa la movilidad del pie y la tensión en la fascia plantar mediante estiramientos pasivos.
Signos asociados: Busca hinchazón local, enrojecimiento o signos de bursitis (inflamación de la bolsa serosa del talón).
3. Pruebas de Imagen
Para confirmar el diagnóstico y descartar otras patologías, se utilizan diferentes técnicas de imagen:
a) Radiografía (Rayos X)
Qué muestra: La proyección lateral del pie revela la protuberancia ósea típica del espolón (de 1 a 5 mm de longitud).
Limitaciones: No todos los espolones son dolorosos, y algunos pacientes con dolor intenso pueden no presentar espolón visible.
b) Ecografía Musculoesquelética
Ventajas: Detecta engrosamiento de la fascia plantar (>4 mm) y signos de inflamación (bursitis, edema).
Dinámica: Permite evaluar cambios en tiempo real al mover el pie.
c) Resonancia Magnética (RM)
Casos específicos: Se solicita si se sospecha rotura de la fascia plantar, daño en tejidos blandos o para descartar otras causas (como fracturas por estrés o tumores óseos).
Detalle: Muestra tanto el espolón como el estado de los músculos, tendones y bursas adyacentes.
4. Diagnóstico Diferencial
El médico descartará otras afecciones con síntomas similares:
Fascitis plantar: Dolor en el arco interno del pie sin espolón visible.
Bursitis retrocalcánea: Inflamación de la bolsa serosa detrás del talón (común en calzado ajustado).
Neuropatías: Atrapamiento del nervio de Baxter (dolor con ardor u hormigueo).
Fracturas por estrés: Típicas en deportistas o personas con osteoporosis
Precaución: evita autodiagnosticarte. Un dolor similar puede provenir de la fatiga muscular o la neuropatía. La confirmación por imagen es clave.
Tratamientos médicos
Terapias conservadoras
Existen diferentes terapias, ejercicios y cuidados efectivos para aliviar el dolor del espolón calcanéo.
Reposo relativo y hielo: 10 a 15 minutos, 3 veces al día.
Anti‑inflamatorios no esteroideos: ibuprofeno o naproxeno, según prescripción médica.
Ejercicios de estiramiento: gemelos, fascia plantar y tendón de Aquiles.
Plantillas ortopédicas: Las plantillas ortopédicas están diseñadas para mejorar la distribución de la presión en los pies, evitando puntos de sobrecarga y aliviando molestias en zonas específicas Te recomendamos echarle un vistazo a estas plantillas ortopédicas para mayor comodidad al caminar.
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Intervenciones avanzadas
Procedimiento
Descripción
Tasa de éxito
Infiltraciones de corticoide
Reducen la inflamación, alivio temporal
70 %
Terapia de ondas de choque extracorpóreas
Microtrauma controlado que estimula la cicatrización
60 – 80 %
Cirugía endoscópica
Resección del espolón y liberación parcial de fascia
90 % pero último recurso
Terapias Naturales: Remedios y Técnicas para Alivio Rápido
Además de las terapias convencionales, puedes aplicar estrategias caseras respaldadas por evidencia preliminar:
1. Baños de Contraste (Hidroterapia Alterna)
Método:
Sumergir los pies en agua tibia (38-40°C/100-104°F) durante 3 minutos.
Pasarse a agua fría (10-15°C/50-59°F) durante 1 minuto.
Repetir el ciclo 4 veces, finalizando siempre con agua fría.
Frecuencia:
1 a 2 veces al día, especialmente después de hacer actividad física.
Mecanismo de acción:
Calor (vasodilatación): Mejora circulación y relajación muscular.
Frío (vasoconstricción): Reduce inflamación y dolor.
Estudios en fisioterapia ( Journal of Athletic Training, 2017 ) sugieren que la terapia de contraste modula la respuesta inflamatoria en lesiones crónicas.
2. Automasaje con Pelota de Tenis o Rodillo Podal
Técnica:
Sentado en una silla, colocar una pelota de tenis o rodillo de espuma bajo la planta del pie.
Aplicar presión moderada y rodar desde el talón hasta los dedos, enfocándose en zonas tensas.
Duración: 5 minutos por pie, preferentemente antes de dormir.
Beneficios:
Libera la fascia plantar y reduce la rigidez matutina.
Estimula la propiocepción y flujo sanguíneo.
Nota: Evitar en fase aguda de inflamación.
3. Suplementación con Colágeno Tipo 2 y Magnesio
Colágeno Hidrolizado:
Dosis: 10 g diarios disueltos en agua o jugo (preferentemente en ayunas).
Función: Contribuye a la regeneración de tendones y tejido conectivo (estudios preliminares en Nutrients, 2021).
Magnesio:
Dosis: 300-400 mg/día (consultar con tu médico).
Función: Reduce calambres y mejora la relajación muscular.
4. Cataplasma de Árnica y Harpagofito
Preparación:
Mezclar gel o crema de árnica con al menos 20% de extracto, con harpagofito (“garra del diablo”) (opcional para potenciar el efecto).
Aplicar sobre el talón y cubrir con una venda por 20-30 minutos.
Frecuencia: 1-2 veces al día.
Base científica:
La árnica contiene helenalina, un compuesto antiinflamatorio (Planta Medica, 2020).
El harpagofito posee efectos analgésicos (Phytomedicine, 2019).
Aplicar gel de árnica provee alivio a la inflamación.
Paso a Paso: rutina matutina anti‑dolor
Paso
Acción
Duración
1
Estira la fascia con una toalla alrededor del arco de los pies
30 segundos × 3
2
Aplica frío local con compresa
10 minutos
3
Coloca plantilla y calzado con buen soporte
—
4
Realiza 5 minutos de caminata suave antes de ejercicio intenso
5 minutos
Ejercicios recomendados por fisioterapeutas para el tratamiento del espolón calcáneo y fascitis plantar
Las elevaciones de pantorrilla ayudan a tener mayor flexibilidad.
1. Elevaciones de talones (Calf Raises) en escalón
Ejecución: Colocarse de pie sobre un escalón, apoyando solo la parte anterior de los pies y dejando los talones en el aire. Elevar lentamente los talones hasta quedar en puntillas y luego descender controladamente por debajo del nivel del escalón.
Dosificación: 3 series de 12 repeticiones, con una pausa de 30 segundos entre series.
Objetivo: Fortalecimiento de los músculos gemelos y sóleo para mejorar la estabilidad del tobillo.
2. Estiramiento de gemelos con apoyo en la pared
Ejecución: Colocar una pierna extendida hacia atrás con el talón apoyado en el suelo y la otra flexionada al frente. Apoyar las manos en la pared y empujar suavemente para estirar la pantorrilla de la pierna posterior. Mantener la espalda recta.
Dosificación: 3 repeticiones de 45 segundos por pierna.
Objetivo: Reducir la tensión en la fascia plantar y mejorar la flexibilidad del tendón de Aquiles.
Secuencia de ejercicios de estiramiento de la fascia plantar, talon de aquiles y pantorrilla.
3. Fortalecimiento del pie (ejercicio con toalla)
Ejecución: Sentado en una silla, colocar una toalla extendida en el suelo. Utilizar los dedos del pie para arrugar y recoger la toalla hacia dentro, manteniendo el talón fijo.
Dosificación: 2 minutos por pie, con descansos breves si es necesario.
Objetivo: Mejorar la fuerza de los músculos pequeños del pie y la estabilidad del arco plantar.
4. Liberación de la fascia plantar con rodillo de espuma
Ejecución: Sentado o de pie, colocar un rodillo de espuma bajo el arco del pie. Aplicar presión moderada y rodar lentamente desde el talón hasta la base de los dedos. Evitar movimientos bruscos.
Dosificación: 1-2 minutos por pie, en movimientos continuos.
Objetivo: Aliviar la tensión en la fascia plantar y promover la circulación sanguínea.
Tip: integra estos ejercicios al final de tu rutina para obtener mejores resultados.
El estiramiento con toalla en la cama, antes de dar el primer paso, puede ayudar a aliviar el dolor matutino.
Creencias y Verdades
Creencia
Verdad
El espolón calcáneo siempre requiere cirugía
La mayoría se resuelve con manejo conservador.
Solo los atletas lo padecen
Personas sedentarias o con sobrepeso también son vulnerables.
El dolor proviene del hueso únicamente
Suele ser la inflamación de la fascia la que causa dolor.
Las plantillas son incómodas
Se adaptan en 1–2 semanas y alivian presión.
Precauciones y Advertencias
Advertencia importante: no prolongues el uso de anti‑inflamatorios sin supervisión médica; pueden dañar el estómago y los riñones. Consulta a tu médico si el dolor persiste más de 6 semanas.
Puntos Clave
El espolón calcáneo es una protuberancia ósea causada por sobrecarga y microtrauma repetido.
Se asocia frecuentemente con la fascitis plantar.
El diagnóstico requiere una imagen; no saques conclusiones antes de tiempo.
Plantillas, estiramientos y pérdida de peso son pilares terapéuticos.
La cirugía es la última opción y suele ser exitosa cuando está indicada.
1. ¿El espolón calcáneo desaparece por sí solo con el tiempo?
El espolón calcáneo es una protuberancia ósea que se forma por depósitos de calcio debido a tensiones repetidas en la fascia plantar. No desaparece por sí solo, ya que es una estructura ósea consolidada. Sin embargo, el dolor asociado sí puede reducirse o incluso eliminarse con tratamientos conservadores como:
Fisioterapia (estiramientos, ondas de choque).
Uso de plantillas ortopédicas.
Modificación de actividades de alto impacto. Si el dolor persiste, podría requerirse infiltraciones o, en casos extremos, cirugía (aunque es poco frecuente).
Ilustración de Espolón Calcáneo removido por terapia de choque.
2. ¿Puedo seguir corriendo si tengo espolón calcáneo?
Depende de la fase de la lesión y del manejo profesional:
Si el dolor es leve y controlado, podrías correr con:
Calzado con buena amortiguación y soporte de arco.
Los pies reforzados con cinta adhesiva para deportes.
Superficies blandas (césped, pistas de atletismo).
Reducción de kilometraje e intensidad.
Evita correr si:
Hay dolor agudo al apoyar el pie.
El dolor persiste después del ejercicio.
No has recibido diagnóstico o tratamiento de un especialista. Alternativas recomendadas: Natación, ciclismo o ejercicios de bajo impacto mientras sanas.
El taping o aplicación de cinta adhesiva alrededor del talon es efectivo para reforzar la fascia plantar.
3. ¿Son seguros los remedios caseros para el espolón?
Algunos remedios pueden ayudar a aliviar síntomas, pero no eliminan el espolón. Opciones válidas (si tu médico las aprueba):
Estiramientos de fascia plantar y gemelos (clave para reducir tensión).
Rodar una botella de agua helada (antiinflamatorio natural).
Pomadas con árnica o aceites esenciales (solo para alivio temporal). Precauciones:
Evita automedicarte con antiinflamatorios sin supervisión.
No sobrecargues el pie con masajes agresivos.
No uses plantillas no recomendadas por un podólogo.
4. ¿Cuánto tiempo se tarda en recuperarse de un espolón calcáneo?
Factores que influyen:
Leve: 3–8 semanas (con reposo, hielo y estiramientos).
Moderado: 2–4 meses (requiere fisioterapia y posiblemente infiltraciones).
Severo: Hasta 6 meses o más (si hay daño crónico en la fascia). Claves para acelerar la recuperación:
Cumplir con los ejercicios de rehabilitación.
Usar calzado adecuado incluso en casa.
Controlar el peso para reducir presión en el talón.
5. ¿Puede reaparecer el espolón calcáneo después del tratamiento?
Sí, especialmente si:
Caminas descalzo en superficies duras.
No corriges la causa original (pies planos, sobrepeso, calzado inadecuado).
Vuelves a actividades de impacto prematuramente.
Ignoras los estiramientos diarios de la fascia plantar.
Prevención a largo plazo:
Revisiones periódicas con un podólogo.
Fortalecimiento de la musculatura del pie (ej.: ejercicios con toalla, uso de bandas elásticas).
Conclusión
Aliviar el dolor de talón es posible cuando combinamos información confiable, disciplina y orientación profesional. Te invitamos a poner en práctica los consejos que hoy compartimos y a consultar a tu especialista para un plan personalizado.
La meta es poder caminar sin dolor, para disfrutar de tus actividades favoritas.
La información proporcionada en este sitio es únicamente con fines educativos e informativos. No debe interpretarse como consejo médico ni utilizarse como sustituto de un diagnóstico o tratamiento profesional. Consulta siempre a un médico o profesional de la salud calificado si tienes dudas o inquietudes sobre tu salud.